martes, 11 de mayo de 2010

Zooropa

Hoy estoy de enhorabuena. Este humilde blog cumple un año y, por tan insigne motivo, me voy a permitir una pequeña licencia. Les invito a que oigan (lo reconozco, el vídeo es un poquito monótono) la siguiente canción mientras leen la traducción de su letra.


En su comienzo, la canción es una lista de mensajes publicitarios de la época (de anuncios de Audi, Colgate, el ejercito de los Estados Unidos...). Posteriormente, describe lo que entiendo es una huida hacia adelante, sin importar nada, todo estará bien....

Lo cierto es que la letra de esta canción de 1993 me recuerda demasiado a la historia de la Unión Monetaria Europea (UME), un montón de mensajes alabando las bondades del Euro (nadie las niega) y, posteriormente, una huida hacia adelante. Me gustaría que hiciesen un ejercicio de memoria. ¿Recuerdan que alguien hiciese mención de los inconvenientes de dicha UME, más allá de la obvia pérdida de soberanía?¿Alguien recuerda que alguien mencionase las consecuencias que podrían traer dichos incovenientes? Si alguien lo recuerda, su comentario es bienvenido...

Expongo esto por la situación que vive en la actualidad el Euro, víctima de los ataques especulativos de una panda de malhechores...¿COMÓ? Perdonen, pero no. La culpa no es de la actuación de los mercados financieros, sean especuladores o inversores. La culpa de esta situación ha sido y es de la clase política europea en su conjunto, donde cada país lucha EXCLUSIVAMENTE por sus intereses nacionales sin darse cuenta de que si el Euro desaparece las consecuencias las vamos a pagar todos los ciudadanos de TODOS los estados.

Parece que en las últimas semanas los lideres europeos se han dado cuenta de esta situación, y por ello están preparando la creación de una especie de "Tesoro Europeo" que podrá actuar en caso de crisis, como ya ha sucedido con Grecia. Así mismo, tanto Alemania como Francia han decidido endurecer las condiciones de control del déficit presupuestario de todos los países de la Eurozona (lo cual tiene cierto sarcasmo, ya que Alemania fue uno de los primeros paises en incumplir las condiciones de Maastricht y nunca fue sancionado por ello). Sin embargo, creo que estas medidas se quedan, como es habitual, cortas.

Para evitar que el Euro vuelva a pasar por las tensiones que vive actualmente es necesario que Europa unifique su política económica y fiscal, especialmente esta última. Sinceramente, no es de recibo que existan paraísos fiscales de facto, como Luxemburgo, dentro de una Unión Monetaria, ya que hace que cualquier incremento fiscal de cualquier país de la Eurozona cuyo objetivo sea las grandes fortunas sea pólvora mojada. Así mismo, la unificación de políticas fiscales provocaría una competencia en igualdad de condiciones entre las empresas de los distintos paises y una optimización de los recursos. Es posible que esta situación provocase situaciones incomodas, en forma de incrementos del desempleo, para más de un gobierno, incluyendo el nuestro. Pero, en el largo plazo, muy probablemente provocaría que recursos ingentes que tan solo sirven para tapar agujeros (casi literalmente), como ha ocurrido con el famoso Plan E (o ZP), se destinarían a aquellos sectores que generasen una mayor productividad (¿Alguien ha dicho I+D+I...?). Evidentemente, la unificación de políticas fiscales tendrían que tener ciertas "especificaciones", atendiendo a la situación de cada territorio. Lógicamente, también, estas tendrían que ser las excepciones, no la regla.

Tampoco sería descabellado la unificación de políticas económicas. Pensiones, prestaciones por desempleo, control de subvenciones, coberturas sanitarias, incluso educación... La unificación de estas políticas favorecerían una mayor dinamización de los flujos económicos (y también personales) y evitaría que algunos países tuvieran la sensación de que el Euro es barra libre...en todos los sentidos.

Por desgracia, creo que nada de lo que creo que debería de hacerse se hará...y Europa seguirá siendo ZOOROPA.

sábado, 8 de mayo de 2010

Sí, soy especulador ¿Y usted no?

Imagínense la siguiente situación: entra en un concesionario de automóviles multimarca y ve dos coches. Por un lado, un Renault 19 Diesel de 1992, con 65 CV de potencia y en un estado, por lo demás, bastante bueno. Por otro lado, un Porsche 911 Turbo nuevo, recién llegado de la fábrica alemana. Ambos coches tienen el mismo precio en este concesionario: 18.000 euros. Si ustedes buscan un poco por internet, podrán ver que el PVP recomendado del Porsche se acerca a los 164.600€. Si busca el precio del Renault, se encontrará con, como mucho, unos 1.500€. ¿Qué coche se comprarían ustedes? Sinceramente, yo lo tendría claro. Me compraría el Porsche, aunque tuviese que pedir prestado el dinero, lo disfrutaría unos días (pónganle unos 1.500 km.) y lo vendería por unos 135.000€. Entre gastos, intereses y comisiones, obtendría unos 110.000€ de beneficios. Según el diccionario de la R.A.E., sería un especulador.

Imagínense de nuevo el anterior concesionario. Imagínense que acudimos a él en el coche (cualquiera) que acabamos de comprar. El dueño nos vende el Porsche con la condición de que cuando nos quedemos sin el coche en el que hemos venido le compremos el Renault por los 18.000€. Realizamos la operación que indicamos más arriba, ganando 110.000€. Con esos 110.000€ nos vamos de viaje, vamos a los mejores restaurantes, compramos cosas innecesarias...en resumen, los dilapidamos. Una vez dilapidado, en la misma semana nos quedamos en paro y...estrellamos el coche, siniestro total. No nos pasa nada, pero, debido a la clausula que nos puso el vendedor, tenemos que gastarnos 18.000€, que no tenemos, en un coche que no vale más de 1.500. De repente, el idiota que nos había vendido un coche de 165.000€ por 18.000 pasa a ser el hijo de p... que nos ha vendido un coche de 1.500€ por 18.000€. Es decir, ha ganado un 1.100%. Pedazo de cab...

Más o menos, este último ejemplo se puede aplicar a lo que ha sucedido durante los últimos años entre los gobiernos europeos y los especuladores que operan en los mercados. El vendedor del concesionario serían los especuladores, ofreciendo lo bueno y lo malo que comporta actuar en los mercados, mientras que los gobiernos serían los compradores de los coches. El Porsche sería las épocas de bonanza de los mercados (si tomamos como ejemplo el Ibex 35, este índice obtuvo una rentabilidad del 202,17% entre octubre de 2002 y diciembre de 2007, lo que supone un T.A.E. del 15%; si vemos lo sucedido entre marzo de 2009 y enero de este año, la subida es del 79,53% ¡¡¡En 9 meses!!!) y el Renault, obviamente, las bajadas (un 57,44% entre diciembre de 2007 y marzo de 2009 y casi un 26% entre enero de este año y el pasado viernes).


Generalmente, se dice que un inversor es aquel que compra una serie de valores o activos financieros con el fin de mantenerlos a largo plazo, esperando obtener una rentabilidad acorde con el riesgo asumido en forma de dividendos, cupones y diferencia entre el precio de compra y de venta. El especulador sería aquel que, realizando la misma actividad, la realiza a un plazo más corto. Hablando mal y pronto, esa diferencia es una chorrada. Un inversor es aquel que, disponiendo de un capital, lo invierte en un negocio con el fin de desarrollarlo y controlar su gestión y/o los rendimientos principales derivados de su actividad. El resto, somos especuladores, a mayor o menor plazo. Visto desde este punto de vista, tan solo aquellos que acudiesen a las OPS (Oferta Pública de Suscripción, donde el dinero entra en la empresa) o a ampliaciones de capital, con el fin de mantener las acciones a largo plazo, serían inversores. Y déjenme que les confiese una cosa: de esos, hay muy pocos...

Los gobiernos europeos han iniciado una caza de brujas en contra de los "tiburones especuladores" que operan en los mercados financieros cuando el único pecado que han cometido es hacer de forma eficiente su trabajo, ya que han evaluado los riesgos que supone invertir en deuda europea y han estimado que los riesgos eran mayores de lo que estimaban hace unos meses, lo que implica que los países pagan más intereses por su deuda. Alguien dirá que esos "tiburones" son los mismos a los que los gobiernos inyectaron dinero de forma masiva hace unos meses; y es cierto... en parte. Porque, sin irnos de casa, nadie ha inyectado dinero ni en el Banco Santander ni en BBVA...ni en el Barclays en el Reino Unido...y estos son grandes actores del mercado. Y, al fin y al cabo, estos especuladores tienen un papel fundamental en los mercados, ya que son los que permiten que los mercados sean eficientes y los que hacen que los mercados suban y bajen de forma ordenada.

Los gobiernos europeos, y si me permiten un consejo, deberían de dejar de desviar la atención hacia los malos malísimos y centrarse en aportar e implementar soluciones para salir de esta crisis con los menores daños posibles. Y eso, de momento, y por desgracia, no está ocurriendo. Y eso lo reflejan los mercados, para bien y para mal.