viernes, 30 de abril de 2010

¿Que implicaciones tiene que nos rebajen el rating?

Retomo la publicación de este humilde blog con un tema que lleva en la portada de todos los medios durante los últimos días. Las rebajas de rating que las agencias de calificación están aplicando a la deuda emitida por diversos países (situación que está sufriendo especialmente Grecia, aunque también Portugal y España) esta provocando una verdadera convulsión en los mercados financieros europeos. Esta situación tiene múltiples implicaciones, algunas de las cuales han sido profusamente explicadas en los medios, si bien creo que merece la pena repasar dichas implicaciones, ya que no siempre son tenidas en cuenta.

Antes de entrar en materia, merece la pena hacer una pequeña reflexión sobre los riesgos que tiene la inversión en renta fija. Popularmente, este tipo de inversiones tienen la consideración de seguras frente al riesgo que implica invertir en renta variable (bolsa) u otros activos (divisas, materias primas, derivados financieros). Esta consideración viene dada por dos factores.

El primero es el conocimiento de los rendimientos que se van a obtener de esta inversión, ya que se conocen tanto el tipo de interés que se va a recibir como las fechas en las que se pagan tanto los intereses como el importe de la inversión (Principal).

El segundo, quizás menos conocido pero que hay que tener en cuenta, sobre todo en la deuda emitida por empresas, es que los poseedores de deuda son los primeros en cobrar en caso de que una compañía quiebre. Este último es el más importante, ya que hay que tener en cuenta que pueden darse situaciones en las que el titular de un bono puede no recibir los intereses y/o el dinero invertido.

Y es aquí donde entran en juego las agencias de calificación, ya que estas emiten su veredicto (el famoso rating) después de haber estudiado la situación financiera de cada empresa analizada y la coyuntura económica del país.

La bajada de un escalón en el rating de la deuda pública española por parte de S&P significa que esta agencia de calificación percibe que la economía española se encuentra peor preparada que hace unos meses para hacer frente al pago de los intereses de la deuda que ha emitido y va a emitir. Las consecuencias más inmediatas y que afectan a todos los ciudadanos quedan bastante bien explicadas en este artículo del diario Expansión.

Sin embargo, este articulo no indica las consecuencias que esta bajada tiene para aquellas unidades (empresas o familias) que tienen capacidad de ahorro.

Así, empezando por aquellos que poseen directamente títulos de deuda pública española, la primera consecuencia que se encontrarán es que, si necesitan vender estos títulos en el mercado, el resto de inversores pagarán menos dinero por ellos que hace unos días. La explicación es simple: los inversores exigen una mayor rentabilidad a la deuda española, y dado que el tipo de interés de los bonos, pagarés,... ya está cerrado para los títulos que están en el mercado, los inversores obtienen una mayor rentabilidad comprando esos títulos a un precio inferior al existente antes de la bajada de rating. Dicho de otra forma, aumenta la TIR exigida a estas inversiones, por lo que cae el precio de la deuda.

Esta caída de precios genera el siguiente grupo de afectados, los fondos de renta fija y planes de pensiones. En este caso, la situación es algo peor si cabe, ya que los rendimientos que estos fondos generan para sus titulares vienen dados fundamentalmente por los precios de los activos, por lo que una caída en el precio de los bonos generará pérdidas para todos los titulares. En este sentido, cabe recordar que con el derrumbe de las cotizaciones de bolsa durante el año 2008 gran parte del dinero que huyó de la bolsa se refugió en este tipo de fondos, especialmente aquellos que invertían en deuda pública estatal. En este sentido, la alternativa menos arriesgada, aunque también menos productiva, es elegir aquellos fondos que inviertan en renta fija pero al plazo más corto posible, ya que el comportamiento de este tipo de fondos tiende a ser muy similar a la evolución del Euribor y las variaciones de tipos de interés, que al final son las que provocan los aumentos o las caídas en los precios de los bonos, les afectan en un grado mucho menor.

El siguiente grupo de afectados tiene una relación menos directa a primera vista y suelen verse menos afectados debido a las características de los productos. Son los fondos de inversión garantizados (en todas sus variantes) y los productos estructurados (aquellos ligados a la evolución de un índice, valor o cesta de ambos tipos). Este tipo de productos esta conformado en un porcentaje muy elevado por bonos, obligaciones o productos similares, cuyo vencimiento es igual al del fondo garantizado o producto estructurado, más opciones financieras sobre los índices o valores a los que están referenciados. Dado que, frecuentemente, los titulares de este tipo de productos suelen mantenerlos hasta el vencimiento, el efecto de la caída del rating no suele ser visible. Sin embargo, si por cualquier motivo necesitan vender estos productos antes del vencimiento, y esa necesidad surge en estos momento, probablemente hayan perdido parte del valor que hubiesen alcanzado.

Finalmente, los últimos afectados, como hemos podido ver esta semana, son los inversores en renta variable. En este caso, a diferencia de los anteriores, la relación es indirecta. La existencia de dudas en torno a la posible mala evolución económica de un país provoca que esas dudas se trasladen a las empresas que operan en estos países. Así mismo, el aumento en los costes de financiación del país también se traslada a las empresas, por lo que, razonablemente, las cotizaciones caen.

Después de conocer las consecuencias, al lector le puede surgir la duda respecto al papel que tienen las agencias de calificación en la situación económica actual. Sin embargo, ese será un tema que trataremos más adelante.

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